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El Fundamento del Árbol de la Vida

        La interpretación definitiva del óleo de Las Meninas no es una tarea fácil, aunque, en verdad, hay alternativas de análisis basadas en el método del razonamiento científico de Descartes, que, aunque antiguo, aún sigue vigente [1].

El 10 de Abril de 1658, dos días después de cumplir el rey Felipe IV cincuenta y tres años, el cronista Jerónimo de Barrionuevo escribía un aviso con un trasfondo bastante cercano al tema que tratamos [2]:

Ahora parece un milagro que la Geometría que presentamos superpuesta al lienzo de Las Meninas, donde a su sombra brotó el saber de las ciencias ocultas, se haya salvado del fuego de un auto de fe.

Asombra, pues, que el óleo velazqueño que mayor impacto emocional causa en el espectador, y que se custodia en el corazón del Museo del Prado como una preciosa gema, oculte, tras su enigmática presencia, un delicado secreto.

El espejo de Las Meninas, donde Velázquez retrata a los monarcas, es, pues, la entrada a una de las diez esferas del Árbol Sagrado, la Sefira nº 9, Yesod, El Fundamento.

A la Sefira nº 9, Yesod, El Fundamento, se la identifica con la Luna entre otros atributos, y, según la Kabala, su función particular es la de purificar y corregir a las demás Sefirot.

Hagamos, pues, que un especialista en la materia, Z´ev Ben Shimon Halevi, nos explique que representa Yesod en el Árbol Sagrado [3]:

Pocas lecturas aclaratorias sobre Kabala se ha mostrado tan abiertamente atemporal, si se añadiera a esta definición una palabra de más quizá estaríamos hablando de otra cosa, pero no, hablamos de lo mismo.

Y se entiende, pues, que el propósito cabalístico de los reyes en el espejo está concebido de lo más comedido posible, porque, a través del significado sexual de esta Sefira, se explica la incertidumbre de la herencia de los Austrias.

Shadai El Chai   El Dios Viviente Todopoderoso

En el espejo, como centro de la composición de Las Meninas, descansa el Árbol de la Vida, en cuya base se asienta, pues, el dominio del poder regio.

EUROPA REGINÆ

Y por esta omnipotencia, no extraña, pues, que el rey Austria, dueño de medio mundo, fuera visto a la sazón como gobernante divino, no obstante, fue Pedro Calderón de la Barca quien se encargó, en 1634, de alabarle encarecidamente en el auto sacramental El nuevo palacio del Retiro:

 El Rey es un Dios humano.

Un delirio barroco que avistaba a Felipe IV más cerca de los dioses que de los hombres.

Si bien, habría que reseñar que en el óleo de Las Meninas el Espejo, como objeto, tiene una función más evidente:

El reflejo del Espejo justifica la permanente presencia del rey y la reina parados ante el lienzo.

Diego de Saavedra Fajardo, en junio de 1640, escribe acerca del significado del espejo en la empresa nº 33 en estos términos [4]:

No solamente por sí mismo se representa el príncipe espejo a sus vasallos, sino también por su Estado, el cual es una idea suya.

Una lectura atenta de Las Meninas aportaría, pues, los suficientes indicios para tener presente la consagración de la heredera:

Este esquema geométrico responde, pues, a la fase inicial del desarrollo intelectual de Las Meninas, y trasluce, además de un concienzudo cálculo aritmético, un deliberado escenario cabalístico.

De manera, que Diego Velázquez dio amparo al Árbol de la Ciencia y Sabiduría, y, sellando los cuatro costados de este lienzo, ocultó a la afanosa censura este extraordinario símbolo para rememorar a partir de entonces una trascendente jornada, y protegiera, a pesar de todo, a una sociedad intolerante.

Como culminación del esfuerzo del pintor no hay duda acerca de la calidad de la perspectiva aérea, pero ésta, como hemos mostrado, venía acompañada de diez esferas, o principios sagrados, desplegados etéreamente en el aire de Las Meninas, y de igual número que los diez círculos que rodean el marco gótico del espejo de la tabla de Van Eyck.

Diez círculos que relatan la pasión, crucifixión y resurrección de Cristo, y convierten a este espejo en un objeto sagrado.

La tabla de los desposorios de los Arnolfini, firmada en el año 1434 por Jan Van Eyck, 1390-1441, se encontraba en el siglo XVII en la completísima colección de pintura del rey Felipe IV, aunque, actualmente, se halla en el museo National Gallery de Londres.

Se entiende, pues, que las esferas inferiores dan sentido narrativo a ciertos detalles protagonistas, mientras que el resto de las esferas superiores organizan el espacio aéreo, y completan el relato trascendente de Las Meninas.

• El Espejo, en la posición que le concierne en el Árbol Sagrado de la Vida, escenifica a la Sefira nº 9, Yesod, El Fundamento,

• y la jarrita roja de Tonalá, en su espacio geométrico correspondiente, ejemplifica a la Sefira nº 10, Malkhut, El Reino.

Ambas esferas cabalísticas definidas y dispuestas a entenderse dignamente [5].

        La causa y su efecto, asimilados a la transmisión de la herencia de los padres a sus descendientes, es decir:

A su favorecida heredera la Infanta Margarita de Austria.

La jarrita roja de Tonalá & Malkhut - El Reino   Imagen mágica   Una joven mujer coronada y entronizada.   Nombre Divino   Adonai Ha Aretz - Señor de la Tierra

La verdad al descubierto

        A estas alturas es un hecho haber rehabilitado el argumento original de Las Meninas, si bien, se impone interpretar a esta pintura de manera muy diferente a la versión tradicional.

Para afrontar tal empresa hemos acomodado en la superficie de esta obra maestra ciertos signos de reconocida tradición, que, por sí mismos, han revivido a causa de hablar, sin más, de Kabala; lo cual explica que Diego Velázquez reivindicó esta ciencia en este óleo.

	Numeración	Hebreo		Castellano	Planeta	Abscisas - X	Ordenadas - Y
	I	כתר	Kether	Corona		0	62
	II	חכמה	Chokmah	Sabiduría		24	50
	III	בינה	Binah	Inteligencia	Saturno	- 24	50
		דעת	Dahat	Conocimiento		0	36
	IV	חסד	Chesed	Gracia	Júpiter	24	19
	V	גבורה	Geburah	Fortaleza	Marte	- 24	19
	VI	תפארת	Tiferet	Belleza	Sol	0	9
	VII	נצח	Netzach	Victoria	Venus	24	- 12
	VIII	הוד	Hod	Honor	Mercurio	- 24	- 12
	IX	יסוד	Yesod	Fundamento	Luna	0	- 9
	X	מלכות	Malkhut	Reino	Tierra	0	- 38

Tras varios tanteos, restituimos en el escenario de Las Meninas la aplicación pictórica de la Kabala, es decir; la Geometría del Árbol Sagrado de la Vida, una estructura que daría sentido, pues, al porqué del espacio vacío de la mitad superior de esta obra maestra, y el motivo de la centrada posición de los monarcas retratados en la Sefira nº 9, Yesod, El Fundamento.

En la Sefira nº 8 Hod, donde se situa El Honor, queda evocado, pues, el mismo honor del pintor Diego Velázquez, aunque aquí, además de autorretratarse, dejó este área preparada para su pretensión más deseada, lo que esclarece, de una vez por todas, al único responsable de situar a la Cruz de Santiago con cualidad presagiada, que no casual, en su sitio.

Este hechizo tan preciso estremece al discernimiento, y muestra, pues, a Diego Velázquez recibiendo en su corazón la experiencia cabalista que fluye por los 22 senderos de Sabiduría del Árbol de la Vida.

Y, ante estas premisas, el gran significado de una Geometría Sagrada superpuesta a este lienzo se abre paso a través del oscuro pasado, y da pie para profundizar en concluyentes metáforas pictóricas, y tener presente lo que apunta Alfonso E. Pérez Sánchez:

No obstante, aunque fue el ojo del pintor quien captó una prodigiosa naturalidad, sin embargo, fue el obediente pincel quien impuso con precisión las reglas de su creativo juego.

En la siguiente tabla se observa a los Sefirot en relación con distintos significados, y el premio de la Cruz del Hábito de Santiago, que representaría, pues, la causa del deseo del pintor, pactado a cambio de homenajear a los reyes en el séptimo aniversario de su boda el siete de Octubre de 1656.

Diego Velázquez era un cortesano del servicio privado del rey, pero, como pintor, bien pudo ocasionar a la misma monarquía un grave perjuicio a causa de lo que esta investigación ha desempolvado en el óleo de Las Meninas, nos referimos, pues, a un conjunto simbólico que plantea muchos interrogantes, y a lo que se le sumaría comprometidas evidencias acerca de las creencias de esta institución.

Y, en respuesta, es sumamente crucial que prevalezca en este recado velazqueño la objetividad de una lectura experta, y mitigue, pues, toda duda que este hallazgo provoca en el juicio de cualquiera.

Por fortuna, ampliaremos esta afirmación gracias a la vista para responder cómo se transmiten y explican ciertos conocimientos clandestinos, y señalaremos, en esta desvelada coyuntura velazqueña, algunos ejemplos palpables sobre la superficie de este lienzo.

En definitiva, el vestigio de una inconfesable experiencia artística preservada en esta obra maestra durante siglos.

Heh		Alef		Nun
Eyin		Tzade		Guimel
Bet		Lamed		Tzade

Mostramos, pues, la prueba visual que interpreta ciertas pinceladas del pintor como letras hebreas, y que, intencionadamente, son del mismo tipo con las que está escrita la Torah de Moisés.

Además de la Torah escrita, existe, pues, una Torah oral denominada oculta.

Las letras hebreas no son signos convencionales, sino pictogramas de épocas pasadas; símbolos llamados sagrados, que fueron dados a la humanidad para que con ellos se desvelasen los misterios de la creación.

En el Sefer Yetzirah [6] se afirma que cada una de las doce letras simples del idioma hebreo simboliza, en particular, a un signo del Zodiaco, y, por otro lado, sabemos que en Astrología los 12 signos del Zodiaco representan, a su vez, doce casas o ámbitos de la actividad del ser humano, número que también corresponde a los 12 meses del año solar.

 
Sefer Yetzirah - Capítulo 5:3

Las doce constelaciones escenifican al Zodiaco, y, como telón de fondo, se hallan situadas sobre una franja de la esfera celeste de 18 grados de ancho centrada en el círculo de la eclíptica, en donde queda representada, pues, la marcha aparente del Sol a lo largo de un año terrestre.

No obstante, el escenario de Las Meninas centra toda la atención en el retrato de la Infanta Margarita, y, con todo propósito, reivindica a la posible heredera de los Reinos de las Españas a través de la jarrita de arcilla roja de Tonalá, Méjico, porque representa, en el Árbol de la Vida, a la Sefira nº 10, Malkhut, el Reino, que es virtualmente el centro de la materia; o sea, el Planeta Tierra.

La acción que se observa en este óleo es el momento justo que la mano derecha de la Infanta Margarita acaricia la herencia ante sus padres, el Malkhut, el Reino, ofrecido por la menina María Agustina Sarmiento.

Corroboramos, pues, que el horizonte conecta a la Sefira Nectzah con la Sefira Hod, y corresponde al sendero número 17 del Árbol Sagrado, equivalente al sendero 27, de acuerdo con Athanasius Kircher.

PECHO	VIENTRE	CABEZA

La emanación del Árbol de la Vida se origina, pues, a partir del ciclo temporal terrestre, y se sustenta en las cuatro estaciones del año, mientras que las tres Zahzahot, o pilares verticales, se erigen desde el 0º de cada uno de los tres únicos signos de la triplicidad de Aire que propone la Astrología.

JUICIO   EQUILIBRIO   MISERICORDIA Binah - Inteligencia Geburah - Fortaleza Hod - Honor   Kether - Corona Dahat - Conocimiento Tiferet - Belleza Yesod - Fundamento Malkhut - El Reino Chokmah - Sabiduría Chesed - Gracia Netzach - Victoria   0º Acuario 0º Libra 0º Géminis ALEF MEM SHIN PECHO VIENTRE CABEZA

שלוש אמות אמ"ש בנפש זכר ונקבה ראש ובטן וגויה ראש נברא מאש ובטן נברא ממים וגויה מרוח מכריע בינתים׃        Tres Madres: Alef, Mem y Shin, en el Alma, masculina y femenina, son la cabeza, el vientre y el pecho. La cabeza es creada del fuego, el vientre es creado del agua, y el pecho del aliento, que equilibra en medio de ellos.     Sefer Yetzirah 3:6

El pecho, el vientre y la cabeza, como elementos cabalísticos, arman la base de la estructura del Árbol de la Vida de Las Meninas, y en esta configuración, el vientre, como arcano, se sitúa en la mejor posición posible, porque alude al mismo vientre de la reina, o sea, al lugar para llevar a un hijo del rey.

Gracias a las normas de la Astrología tradicional invertiremos el proceso creativo del maestro Diego Velázquez con el fin de obtener más información a partir del diseño del Árbol de la Vida.

Veamos, las tres Zahzahot, o pilares verticales, transitan a través de coordenadas muy concretas:

A pesar de que una interpretación dependa del punto de vista del intérprete, sin embargo, la relación de Las Meninas con el Árbol de la Vida es una cuestión que no ha sido suficientemente considerada, ya que es innegable que a la humilde arcilla de la jarrita roja de Tonalá le acompaña, pues, el propósito que garantiza una hipótesis inicial, que, a día de hoy, ninguna investigación ha planteado, a tenor de las muchas explicaciones que existen de esta obra de arte.

Entretanto, el pilar central del Árbol de la Vida, en estado de equilibrio absoluto, se sustenta en el Malkhut - El Reino, que queda representado por la jarrita roja de Tonalá ofrecida por la menina María Agustina Sarmiento a la Infanta Margarita de Austria en una salvilla de plata.

Malkhut X   Adonai Ha Aretz - Señor de la Tierra

Talante de maestro

        El horizonte de este óleo se interpreta como símil de la eclíptica, es decir; equivale al año solar a través de los doce signos del Zodiaco dispuestos a lo ancho de la pared del fondo, y, además, incumbe al sendero 27 del Árbol de la Vida, la inteligencia instigadora, que concierne a la materia con la que fue creado todo el mundo supremo, y a su movimiento, de acuerdo con Athanasius Kircher.

Y cierto es que los planetas orbitan en la eclíptica, en la proyección del plano orbital de la Tierra, que se haya inclinado unos 23° 30', respecto al plano del ecuador terrestre.

En un libro de la biblioteca del pintor sevillano: THEATRO DEL MUNDO Y DEL TIEMPO, del italiano Juan Pablo Gallucio, en el capítulo 5, titulado: DIVISION DE LO INTRINSECO DE la Sphera, en el qual ſe trata del Cielo Empireo, y de los otros cielos, leemos acerca de la Eclíptica [7]:

Y, el discípulo de Galileo, padre Bonaventura Cavalieri, 1598-1647, en su libro SFERA ASTRONOMICA, Roma, 1690. Capítulo XIV. Delli due Tropici, e delli due Circoli Polari, señala las distintas medidas del ángulo de la eclíptica a lo largo de los siglos:

Como telón de fondo, los mapas astronómicos del siglo XVII son ayuda inestimable para apreciar los acentos ocultos del escenario simbólico de esta obra maestra, por lo que desvelaremos, pues, dos ejemplos de inspiración celeste en este óleo.

Encauzaremos, pues, algunas cuestiones astronómicas que Diego Velázquez dispuso en este lienzo:

• Las ventanas de la pared derecha de la Habitación del Príncipe se sitúan al Sur.

• El ojo izquierdo de la menina Isabel de Velasco, al igual que la estrella Aldebarán, se halla en la Constelación de Tauro.

• El horizonte o Nivel de ojo del óleo de Las Meninas equivale, como hemos ya sugerido, a la eclíptica.

• La menina Isabel de Velasco presenta su mirada con el eje de su cabeza inclinado 23° 30' respecto al horizonte.

• El ojo izquierdo de la menina simboliza, por tanto, el Ojo del Sur.

A la estrella Aldebarán en la Constelación de Tauro se la conoce;

• como Oculus Tauri, Ojo del Toro,

• en el siglo I, Claudio Ptolomeo la denominó Portador de la antorcha,

• y, en el siglo XVII, el astrónomo Giovanni Riccioli la denominó Oculus Australis, Ojo del Sur.

Y si la Astronomía del siglo XVII negaba el heliocentrismo, tampoco la ciencia de la Astrología andaba en sus mejores momentos:

• Sixto V, Bula Cœli et terræ creator - 5 de enero de 1586 - Bullarium Romanum 4/4, Romæ 1747, 176-179.

• Urbano VIII, Inscrutabilis iudiciorum - 1 de abril de 1631 - Bullarium Romanum 6/1, Romæ 1758, 268-270.

Estas dos bulas papales imponían penas graves a los que la ejerciesen, y, además, la Inquisición, en su Regla IX, prohibía todo trato con la Astrología [8].

A pesar de su prohibición, existen suficientes indicios para advertir de su influencia en las altas esferas del poder; al primer ministro del rey Felipe IV, el Conde Duque de Olivares, y protector de Velázquez, le acusaron de ejercerla.

Oficialmente, la iglesia católica no aceptaba la idea clásica de un cielo mítico y pagano, pero sí bíblico y católico, que obligaba a los rastreadores de las estrellas a imaginar a las doce constelaciones, de siempre conocidas, como a los doce apóstoles de Cristo.

Hemos perdido la inocencia mirando bien a Las Meninas, y observado dos realidades; lo que se ve y lo que parece que se pinta, un juego visual motivado por la invención, y, también, por la dama de todas las causas ocultas, la autocensura.

El dinamismo de los colores y las formas de cada detalle de esta pintura poseen cierta vitalidad, y también hablan de:

ASTROLOGÍA - RELIGIÓN - KABALA

Al mismo tiempo, entendemos, pues, que la Astrología es un tipo de conocimiento transmitido desde la más remota antigüedad, por lo que es ahora cuando el lector tendrá la oportunidad de descubrir por sí mismo cómo funciona esta ciencia en Las Meninas.

Esta incipiente propuesta reanima un proceso bien callado, que para muchos sería fácil de diagnosticar.

Conscientes de este hallazgo, indagaremos ahora, y de derecha a izquierda, en cada una de las doce divisiones de la pared del fondo.

Es un hecho, pues, que el papel asignado a los personajes más relevantes de este óleo trata de un tipo de Astrología, y, si bien, esta observación demanda una respuesta, a su vez, en el ejemplo de una letra hebrea Lamed, לָ, esbozada en el cabello de un retrato de la reina Mariana de Austria del taller de Velázquez, se contesta a este asunto.

Lamed, לָמֶד, es la duodécima letra del alefato, pero cuyo vocablo se traduce por:

• Aprender, adquirir conocimientos; comprender, sacar conclusiones, aprender una lección; estudiar, profundizar...

De acuerdo con la compleja trama de Las Meninas, este óleo del Louvre documenta una razonable analogía simbólica gracias al plus del detalle de la letra hebrea Lamed en el cabello de la reina Mariana, lo que permitiría, asimismo, atribuir al propio Diego Velázquez la autoría intelectual de este retrato.

De las 22 letras del alefato, la letra Lamed es la única que sobresale por encima de las demás, y su característica exclusiva se explica en el capítulo 5:9 del Sefer Yetzirah:

המליך אות ל' בתשמיש

Hizo reinar a la letra Lamed en las relaciones sexuales...

Manteniéndonos dentro del guión, esta letra Lamed, pintada en el pelo de la reina Mariana, alude al deber de la reina a cumplir con la continuidad del linaje de la realeza en su condición de vientre de la monarquía.

Y como está escrito en el Zohar, parte I, fol. 3a:

De esta manera tan singular Velázquez no guardaba para sí la sabiduría de la Kabala, sino que la compartía con los más distinguidos de sus allegados en su conquista del Hábito de la Cruz de Santiago.

Y lo deja bien claro Athanasius Kircher al describir la Sefira nº 8:

Eſt que Canalis, per quem Deus influit in Archangelos.

Es el Sendero, por el que Dios fluye a través de los Arcángeles.

Octauum veſtimentum Dei ſeu Sephirah eſt הוד Hod, id eſt, laus, honor, gloria. Nomen eius eſt אלהים צבאות Elohim Tſebaoth; attributa eius, myſterium columnæ, ac pedis ſiniſtri, hinc trahitur ſerpens antiquus, diſciplina Domini, Ramus, Cherub, Aharon, filij regis, molæ molentes. Eſt que Canalis, per quem Deus influit in Archangelos, & per Intelligentiam Michælem in Cœlum Mercurij; Cauſa & origo animalium eſt.           La octava vestidura de Dios es la Sefira denominada el Honor, Alabanza, Gloria, es decir; Hod, cuyo nombre es אלהים צבאות, Elohim Tſebaoth. Sus atributos son: El misterio de la columna, y el pie izquierdo, de aquí surge la antigua serpiente, la disciplina del Señor, rama, querubín, Aarón, hijo del rey, muelas de molino. Este es el canal por el cual Dios fluye hacia los Arcángeles, y, a través de la Inteligencia Miguel, hacia el Cielo de Mercurio. Es la causa y el origen de los animales.     Página 294 CLASSIS IV. CABALA HEBRÆRVM - CAPVT VIII. Athanasii Kircheri. OEDIPI ÆGYPTIACI. Tomus Secundus. GYMNASIVM. ROMÆ - Anno M DC LIII

Velázquez comparece en Las Meninas en tres signos del Zodiaco diferentes; Capricornio, Acuario y Piscis, y evoca, por tanto, a Hermes Trismegisto, el tres veces grande, el dios Mercurio en el mundo romano, para ejemplificar el modelo arquetípico perfecto de hombre sabio en todo tipo de arte y ciencia conocida.

Casa X		Capricornio	Saturno	Regnum Honores - Las Dignidades	mano izquierda
Casa XI		Acuario	Saturno	Bonus genius Beneficia - La Amistad	mano derecha
Casa XII		Piscis	Júpiter	Malus genius Carcer - La Enemistad	llave de Aposentador

A la Casa X se la denomina: Ángulo del medio cielo - Casa real de los honores, y según Luis Freyre de Sylva, Cauallero Aſtronomo, esta Casa astral está relacionada con los cargos, oficios, exercicio, ocupación, los hijos, amigos, Rey y madre [9].

No hay duda, pues, de que Velázquez en La Casa X - Regnum Honores - Las Dignidades puso todo su empeño, ya que en esta casa astrológica, que se haya relacionada con las dignidades, el honor, la gloria, así como con la profesión, las ambiciones y las recompensas, es donde se hallan los instrumentos de su trabajo; la paleta de colores, el tiento y los cuatro pinceles.

Y gráficamente se comprueba que hemos encontrado el hilo conductor del relato, y, además, la particular razón del pintor de conjurar a la Cruz del Hábito de Santiago desde su corazón con el propósito de anticipar, con años de antelación, su anhelado deseo, ya que en la Kabala, la Sefira nº 8, Hod, queda representada, no obstante, por el Honor y la Gloria.

En la intersección del horizonte de Las Meninas con la cruceta de la Cruz de Santiago se localiza 0º Acuario, el lugar donde nace el Pilar izquierdo del Árbol Sagrado, también llamado la columna del Juicio, donde, además, se sitúan los tres Sefirot de principios femeninos:

En la intersección del horizonte de Las Meninas con la cruceta de la Cruz de Santiago se localiza 0º Acuario, el lugar donde nace el Pilar izquierdo del Árbol Sagrado, también llamado la columna del Juicio, donde, además, se sitúan los tres Sefirot de principios femeninos:

• Binah - Inteligencia

• Geburah - Fortaleza

• Hod - Honor

Fuera o no reconocida la aplicación de Kabala en el óleo de Las Meninas, Diego Velázquez, con su futura nobleza puesta en mente, y apostando por la posible heredera de la Corona, propuso una estrategia de correspondencias protectoras.

Pero aquí no acaba el derroche cabalístico de Diego Velázquez, ya que observamos una letra hebrea Eyin esbozada en su hombro izquierdo, que, en definitiva, el pintor hizo valer para su protección personal por distintas razones como amuleto:

• A causa de la envidia,

• como protector de enfermedades

• y, sobretodo, para ahuyentar el mal de ojo.

Diseño de la letra Eyin por Diego Velázquez

Eyin, nombre de la decimosexta letra del alefato hebreo, significa literalmente ojo.

Y ahora entendemos, pues, que si Dios no fuese lo bastante clemente esta pintura hubiera sido un total fracaso, por el sentir libre del delito malicioso, pero que gracias al denuedo del pintor, y los efectos especiales de su arte, culminó su obra con éxito.

Y nada podía faltar tras el significado de las letras hebreas correspondientes a la anchura del pintor, ya que nos referimos, pues, a la letra inicial del oficio del artista español Diego Velázquez.

PINTOR

Las tres flores de lis que componen la empuñadura y los dos brazos de la Cruz de Santiago representan el honor sin mancha; lema que da pie para pensar en que el pintor sabe y conoce mucho, ya que en la misma cruceta de la Cruz roja que Velázquez porta en su pecho descubrimos el centro de la esfera cabalista Sefira nº 8 - El Honor - Hod.

La composición

        Como hemos explicado, el horizonte de esta pintura, a través de la división del ancho de la pared del fondo en doce partes iguales, se interpreta como un símil de la eclíptica, ya que representa el año solar al completo.

La Biblia recoge el relato del profeta Ezequiel acerca de las cuatro criaturas vivientes semejantes a hombres, en la que cada uno de estos seres tenía cuatro caras y cuatro alas, y los pies eran derechos, y la planta de sus pies como planta de pie de becerro.

   Y en medio de ella, figura de cuatro animales. Y éste era su parecer; había en ellos semejanza de hombre.

ומתוכה דמות ארבע חיות וזה מראיהן דמות אדם להנה׃

Ezequiel 1:5

Una visión denominada el Tetramorfos; del griego τετρα, tetra, cuatro, y μορφη, morfé, forma, recogida en el Antiguo Testamento que representa a un conjunto artístico formado por cuatro elementos.

Acuario AIRE		Escorpio AGUA
Pintor Velázquez		Menina Sarmiento
Leo FUEGO		Tauro TIERRA
Infanta Margarita		Menina Velasco

La tradición de esta iconografía cuaternaria es cristiana, donde Cristo, dentro de la Vesica, está rodeado por los símbolos de los cuatro evangelistas.

Las cuatro figuras dispuestas en las cuatro esquinas representan todo arquetipo cuaternario.

• Los cuatro elementos; fuego, tierra, aire y agua.

• Los cuatro signos fijos del Zodiaco: Tauro, Leo, Escorpio y Acuario.

• Las cuatro virtudes cardinales: Templanza, Prudencia, Fortaleza y Justicia.

• Los cuatro evangelistas; san Mateo, san Juan, san Marcos y san Lucas.

• Las cuatro estaciones del año; primavera, verano, otoño e invierno.

• Los cuatro puntos cardinales; norte, sur, este y oeste.

• O también las cuatro letras del nombre de Jehovah; יהוה.

En la Kabala estas cuatro figuras equivalen a Hayot Ha Kodesh - Los Animales Sagrados:

 חיות הקדוש

Un Sábado legendario

        Felipe IV a los 16 años de edad heredó el trono de San Fernando, y, entregando las riendas del Gobierno a su favorito el Conde Duque de Olivares, contempló desmoronarse, durante su largo reinado de 44 años, la inmensa herencia de Carlos V y Felipe II.

Felipe IV nació en Valladolid el 8 de Abril de 1605 en el signo del zodiaco Aries, y recuerdan que su única buena cualidad fue su amor a las letras y la protección que dispensó a los literatos; aunque él mismo, bajo el pseudónimo de Un ingenio de esta corte, compuso e hizo representar varias comedias, entre las que se le han atribuido, con más o menos fundamento, las tituladas:

• El Conde de Sex, o Dar la vida por su dama.

• Lo que pasa en un torno de monjas.

• D. Enrique el Doliente.

Felipe IV   Diego Velázquez - 1635   National Gallery, Londres, Inglaterra

Llama la atención que el protector de Velázquez, el Conde Duque de Olivares, fuera católico, y, desairando a la Inquisición, abriera negociaciones en 1634 con los judíos de África y Levante.

En 1641 incluso sugirió que a los judíos se les debería permitir residir en un barrio separado en las afueras de Madrid, con una sinagoga como la de Roma, pero ante la negativa del Santo Oficio, la Corte Suprema ordenó al tribunal de Valencia que prohibiera el desembarco de judíos procedente de Orán.

A la postre, la Inquisición ocasionó su caída en 1643, si bien, a partir de entonces, Sor María Jesús de Ágreda se convertiría en confidente del rey, con quien mantuvo correspondencia epistolar hasta el final de su vida.

El Conde Duque de Olivares por Diego Velázquez - 1638   Óleo sobre papel pegado a tabla: 8 x 6,35 cm.   Palacio Real de Madrid

Las Meninas coinciden, pues, con el intento de reanimar la dinastía de los Habsburgos, y el de restablecer el prestigio de España en Europa, ya que la guerra de los Treinta Años, y, conjuntamente, la de Flandes, y, a la postre, las diferentes sublevaciones en el interior del país, culminaría en una época de crisis total debido a la falta de recursos y a la intervención de Francia en la guerra.

En el año 1656 ya habían transcurrido 85 años desde que en la madrugada del Domingo siete de Octubre de 1571 se entablase un tremendo combate entre la Liga Católica y la armada turca, una batalla memorable digna de ser recordada.

En el Museo del Prado se halla, pues, el lienzo de Ticiano, pintado en el año 1573, de la batalla de Lepanto denominado; Felipe II ofreciendo al cielo al infante don Fernando, en donde encontramos varias cuestiones vinculadas al quehacer de Velázquez en Las Meninas [10]:

• Las cinco columnas del espacio de la perspectiva alojadas en la parte derecha,

• las alegorías de Ticiano en paralelo con los temas de los dos grandes cuadros de la pared del fondo de Las Meninas,

• de resaltar, pues, que, en ambos casos, se pintan a los herederos

• y, además, estas dos pinturas son de tamaño parecido.

El ratio 144/120* = 1,2 es el mismo que el de la pared del fondo de Las Meninas.

Comparemos, pues, las alegorías de ambos lienzo:

PREMIO Y CASTIGO

Las alegorías de Ticiano nos hablan de un premio y de un castigo que tienen estricta respuesta en Las Meninas:

La fiesta del Rosario, instituida por Pío V, conmemora la victoria de Lepanto, y coincide con el mismo día del año en el que se celebró las segundas nupcias del monarca Felipe IV con su joven sobrina Mariana de Austria en 1649.

Nuestro testigo, Gerónimo Mascareñas, Cavallero de la Orden de Calatrava, escribe [11]:

Un enlace que también confirma el rey Felipe IV en una carta dirigida a la Condesa de Paredes de Nava del 28 de Septiembre de 1649 [12]:

y el jueves siete del mes que viene juzgo la veré y será la boda...

De acuerdo con estas reseñas, se deduce, pues, que el siete de Octubre fue para los monarcas el día más celebrado del año 1656, y que al motivo de esta pintura se le añadiría, además, la reivindicación de la heredera; claro está, conforme al supuesto de que su majestad el rey, con firme y renovada voluntad, decidiera salvaguardar el legado de su herencia.

Cuando Velázquez pintaba a Las Meninas el hijo bastardo de Felipe IV, Juan José de Austria, obtuvo una fulminante victoria el 16 de Julio de 1656 ante el ejército francés en el Sitio de Valenciennes, por lo que la Corte de Madrid, alemtada por este triunfo, hizo fracasar las negociaciones de paz con Francia.

Esta paz negociada con el reino francés, además del acuerdo matrimonial de Luis XIV con una princesa española, hacía desaconsejable retirar del escenario de la paz a la Infanta Margarita, ya que ella, junto con su hermanastra la Infanta María Teresa, era una de las dos bazas en juego; en plena infancia, la pequeña Infanta se convertía en una cotizada moneda de cambio.

Los planes del futuro matrimonio de María Teresa se desvelan, pues, en una carta autógrafa del rey dirigida a la monja carmelita descalza del convento manchego de San José de Malagón, Sor Luisa Magdalena de Jesús, cuyo verdadero nombre era Luisa Manrique Enríquez, IX Condesa de Paredes [13].

Con fecha del 26 de Septiembre de 1656 escribe el rey a Sor Luisa Magdalena de Jesús:

La voluntad sucesoria de Felipe IV, en los preparativos y negociaciones con el reino de Francia, es, de hecho, una cuestión familiar doce días antes del momento de Las Meninas el siete de Octubre de 1656, porque la resolución de retirar a María Teresa de la sucesión al trono español estaba ya acatada por el propio rey antes de ser finalizado este lienzo de Velázquez.

La importancia de la reivindicación de la heredera se justifica, también, gracias al total de la suma de las cifras de la efeméride de esta obra maestra, cuyo resultado es el mismo que la suma del valor de las cuatro letras del Tetragrama divino.

7 de Octubre de 1656 & Nombre de Jehovah

El calendario hebreo considera el 7 de Octubre de 3761 a. c. el día que tuvo lugar​ la Creación, y este criterio se basa en El Seder Olam Rabbah, El Gran Orden del Mundo, del rabino, y cronista del siglo II, Yose Ben Halafta, en el que se detalla las fechas de los eventos bíblicos desde la Creación hasta la conquista de Persia por Alejandro Magno.

De manera, que todo apunta a que Diego Velázquez propuso en el espejo de Las Meninas un Sabbathum magnum, es decir; un Gran Sábado para el mismo día del año en el que tuvo lugar el séptimo aniversario de las segundas nupcias del rey Felipe IV.

El enganche del techo que denominamos Lámpara Dahat representa el día que tuvo lugar​ la Creación, y está estacionado, pues, en el signo de Libra.

El Calendario perpetuo de Las Meninas Habíamos averiguado que cada una de las doce letras simples del alefato hebreo representa, en particular, a un signo del Zodiaco según el libro del Sefer Yetzirah. De acuerdo a esta conveniencia, a cada doceava parte del área de la pared del fondo le asignamos un valor zodiacal respecto a las doce letras simples del alefato hebreo. Cada signo o sección equivale a 30º por el ser el horizonte de este lienzo un símil de la eclíptica. Consciente de este hallazgo, auscultamos, gradualmente, la pared del fondo de derecha a izquierda, percatándonos del importante legado cíclico que atesoraba.

La posición del Sol en el 7 de Octubre de 1656

A pesar de la prohibición de la Astrología, existen suficientes indicios para advertir de su influencia en las altas esferas del poder, como es el caso, ya comentado, del primer ministro del rey Felipe IV, el Conde Duque de Olivares, que le acusaron de ejercerla.

Diego Saavedra Fajardo en su Empresa Política 5 escribe de su perniciosa influencia:

Hagamos, pues, un esfuerzo y preparémonos para desbloquear el mundo interno de Las Meninas, y veamos con lupa en que consiste la filosofía de inmortalizar una histórica jornada:

• Desde el mundo de la Kabala al día del Sábado, día en el que se manifiesta el Árbol Sagrado de la Vida.

• De acuerdo con la cronología bíblica la Creación del Mundo tuvo lugar el 7 de Octubre del 3761 a.c [14].

• El año 1656, después de la Creación, representa el año del Diluvio Universal [15].

• Desde el contexto de la Monarquía Austria a la batalla naval y victoria de Lepanto.

• Desde el mundo Católico a la fiesta del Rosario.

• El séptimo aniversario de la boda del rey Felipe IV [16].

• Desde el punto dinástico la satisfacción de una reina, ante el fruto de sus difíciles gestaciones, en el día de la Jura de su hija.

• Desde el tema pictórico de este lienzo a la posible heredera de los reinos de España.

• De acorde al pintor la demanda de nobleza y a la Cruz de Santiago que Velázquez se pinta en el pecho.

• Desde el lado astrológico a la conjunción planetaria de los planetas regentes de los monarcas el 3 de Octubre de 1656.

• El 3 de Octubre es el mismo día del año que el de la muerte de la reina Margarita de Austria, la madre de Felipe IV [17].

• El día 3 de Octubre de 1656 es el equivalente a 15 Tishri 5417, el primer día de la fiesta de los tabernáculos llamada Sukot o Scenopegia, y popularmente conocida como la fiesta judía de las Cabañas.

7 de Octubre de 1656

Las fechas de nacimiento de los monarcas y el séptimo aniversario de su boda hacen tener en cuenta dos cuestiones significativas:

• Una conjunción planetaria de los planetas regentes de los reyes, el tres de Octubre de 1656, en Luna llena [18].

• Y un inolvidable séptimo aniversario de bodas el siete de Octubre de 1656, que, oportunamente, cayó en Sábado, 19 Tishri 5417.

Estos dos eventos son testigos y cómplices, pues, de una jornada consagrada a la magia operativa.

        Felipe IV nació en Valladolid el 8 de Abril de 1605.

El rey, pues, era del signo del Zodiaco Aries y su planeta regente Marte.

        Mariana de Austria nació en Neustadt, Austria, el 22 de Diciembre de 1634 [19].

La reina, pues, era del signo del Zodiaco Capricornio y su planeta regente Saturno.

El día 3 de Octubre de 1656 equivale al día 15 Tishri 5417, el primer día del Sukot, la fiesta judía de las cabañas, que rememora la construcción de cabañas durante los cuarenta años de permanencia del pueblo hebreo en el desierto; efeméride que coincide con la fecha de la muerte en 1611 de la madre del rey Felipe IV, la reina Margarita de Austria, cuando el príncipe Felipe contaba seis años.

Esta conjunción planetaria sirvió de preámbulo al séptimo aniversario de los esponsales del rey Felipe IV el día 7 - X - 1656.

El Sukot dura siete días, más dos últimos, que sumaría un total de nueve:

Desde el Martes 3 de Octubre hasta el Lunes siguiente día 9, Hoshanah Rabbah.

En esta fiesta los dos días de clausura se llaman; el Martes 10 Shemini Atzeret y el Miércoles 11, último día, Simjat Torah [20].

En el día 11 de Octubre de 1656, que corresponde al día 23 de Tishri de 5417, se completó la lectura anual de las 54 Parashat, o secciones de la Torah, que la comunidad hebrea ha leído y meditado durante los últimos dos mil años.

Resumen de esta última Parashat:

• Deuteronomio 33:1-34:12. Relata el momento en que Moisés bendice a las tribus, exceptuando a la tribu de Simeón; y, a continuación, el profeta asciende el Monte Nebo, y, en su cima, observa la Tierra Prometida de Israel, y, finalmente, muere a la edad de 120 años.

• Génesis 1:1-2:3. La Creación del Mundo.

• Números 29:35-30:1. Ofrendas en el séptimo mes Tishri, y las leyes que יהוה impuso a Moisés entre el marido y su mujer, y entre el padre y la hija mientras estuviera en la casa de su padre a causa de su juventud.

Esta Parashat se denomina, pues, Vezot Haberakhah - וְזֹאת הַבְּרָכָה, que se traduce por:

Y esta es la bendición.

Y completando la lectura anual de la Torah, se confirma que es bajo la Lámpara Dahat, en el séptimo mes Tishri, donde quedó recordada, pues, la Creación del Mundo, que según la cronología bíblica tuvo lugar el 7 de Octubre del 3761 a.c., y, además, las normas que regulan la relación entre el marido y su mujer, y, entre el padre y la hija mientras estuviera en la casa de su padre a causa de su juventud, que es, al fin y al cabo, la idea principal que fomenta este óleo.

La carga simbólica

        Sorprende, y lo tenemos ya comprobado, que Velázquez, a través de la textura de esta pintura, da cuenta de ciertas efemérides, y, con la misma finalidad, Lope de Vega, en su comedia mitológica: El vellocino de oro, hizo viajar a Jasón hasta Colcos para obsequiar al rey en su diecisiete cumpleaños, puesto que Felipe IV, como legendario caballero de la Orden del Vellón de Oro, era su máximo adalid, y, además, había nacido bajo el signo de Aries.

El carnero volador, cuya lana era de oro, que llevó a Frixo hasta la Cólquida, y que Frixo sacrificó y colgó su vellón de un árbol consagrado a Ares, se convirtió en la constelación de Aries, y se entiende, pues, que este vellocino de oro custodiado por un dragón es el mismo que el de la historia de Jasón y los argonautas.

Aries es un signo de fuego, al igual que entre los eslabones del collar está la llama, símbolo de Prometeo, con el intrépido lema que la divisa lleva rotulada:

Ante ferit quam flamma micet - Hiere antes de que se vea la llama.

Oportunamente, el signo de Aries es el Ascendente zodiacal de Las Meninas, que es el signo solar de nacimiento del rey, y que nos obliga a designar, pues, al signo de Aries como Casa I: Vita - La Vida.

Aspectos del Ascendente

Ésta es la única opción posible de hacer las paces con la Kabala, la Astrología y el séptimo aniversario de la boda del rey Felipe IV y su segunda esposa Mariana de Austria:

• Con la Kabala, por ser el día del Sábado,

• con la Astrología, porque se pide el Ascendente en Aries necesariamente

• y con los reyes de España, porque celebraban el séptimo aniversario de su boda este mismo día.

En una Carta astrológica el Ascendente en Aries conlleva cualidades marciales, tendencia al orden y a la disciplina, que son, en definitiva, las características indispensables que le incumbirían a un monarca como general de sus ejércitos.

Felipe IV cumplía 51 años el 8 de Abril de 1656, en la misma jornada que se celebró la Pascua judía del 14 de Nisán de 5416, que rememora anualmente la liberación del pueblo hebreo de la esclavitud de Egipto, no obstante, esta celebración está presente en Las Meninas gracias a la identidad del personaje masculino consolidado en la cabeza de la menina Isabel de Velasco, que trata, sin duda, de Moisés, el profeta liberador y líder indiscutible del pueblo hebreo, autor de la Torah, y, también, de la Kabala.

Letra Signo Heh Aries

Y esto es posible porque los antiguos cabalistas asociaron a los patriarcas bíblicos con las esferas del Árbol de la Vida según su naturaleza, de manera que en esta pintura, al pie de la columna derecha, la columna llamada de la Misericordia, quedó representado Moisés.

IACOBI ZIEGLERI LANDAUI, en la página 524 de su libro Conceptionum in Genesim mundi, & Exodum, Commentarij impreso en Basileæ el año 1548, respalda esta aclaración sobre la séptima Sefira:

El retrato de Moisés quedó inmortalizado, pues, al pie de la columna derecha, que, como auspiciado profeta, se sitúa en el árbol Sagrado de la Vida en la Sefira nº 7 - Nectzah - La Victoria.

Detalle de Las Meninas Diego Velázquez. 1656 Museo del Prado	Estudio de tres cabezas de ancianos Peter Paul Rubens. 1610 Musée des Beaux-Arts de Libourne	San Matías Peter Paul Rubens. 1610 Museo del Prado

La menina Isabel de Velasco luce sin pestañear una mirada de aspecto venusiano; pero es, ciertamente, en la parte posterior de su cabeza donde su pelo se transforma en una cara o retrato de un ilustre personaje mirando hacia la luz principal procedente de la primera ventana:

Una insospechada textura de alto brillo y gran contraste.

Este vigoroso rostro está enraizado en su encanecido pelo, y, retratado de perfil, se opone a la citada mirada de la menina.

רֹאשׁוֹ, כֶּתֶם פָּז; קְוֻצּוֹתָיו, תַּלְתַּלִּים, שְׁחֹרוֹת, כָּעוֹרֵב׃

Su cabeza es un tesoro de oro fino, sus mechones le cuelgan, negros como el cuervo.

Cantar de los Cantares 5:11

Y considerando todos los criterios alegóricos de esta zona de la pared del fondo, a la enigmática efigie del pelo de la menina se le sumaría, pues, la reivindicación hermética del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, que en aquel momento era Fernando III, el padre de la reina Mariana de Austria, es decir; el primo, cuñado y suegro del rey Felipe IV, y, también, abuelo de la Infanta Margarita, que, en su condición de gobernante, se cobijaba en la carta número IIII del Tarot como arcano vitalicio del poder terrenal.

Traemos a colación, pues, un juego de sociedad donde la memoria y la sagacidad eran cualidades más necesarias que la suerte.

Casa astrológica	Signo	Elemento	Letra	Característica	Carta del Tarot	Correspondencia
Casa I	Aries	Fuego	Heh	Vita - La Vida	El Emperador	Pelo de la menina Isabel de Velasco
Casa II	Tauro	Tierra	Vau	Lucrum - Las Riquezas	El Papa	Menina Isabel de Velasco

Este área de la pared del fondo evoca, pues, distintas cuestiones:

• Al rey de España Felipe IV en su cumpleaños en el signo de Aries,

• a la Orden del Vellón de Oro,

• al líder y patriarca Moisés,

• al emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Fernando III

•  y de acuerdo con las cartas del Tarot, al Papa, que en ese momento era Inocencio XI, y que Velázquez retrató en Roma.

Además, este espacio creativo corresponde a dos letras simples hebreas, que, según el Zohar, tienen ascendencia divina.

Veamos:

Ahora bien, ya hemos reparado en ciertas letras hebreas, bien legibles, pintadas en distintas zonas de esta composición, y, señalaremos otra muestra más, muy especial, sobre el guardainfante de la menina Isabel de Velasco junto a su mano izquierda, que trata de la letra número cinco Heh, letra que Athanasius Kircher la traduce por: Aquí.

Y, desde luego, aquí esta letra hebrea despierta la sombra de la intriga en el mismo momento que el pintor está demandando nobleza; suscribimos, pues, ciertos detalles anómalos, que son parte y testigo de una contemplación extraordinaria, cuya trama el lector debería considerar.

Para un hebreo, una simple letra Heh escrita en un papel evoca, pues, la abreviatura del nombre de Dios.

Diseño de la letra Heh por Diego Velázquez en 1632

Y en esta zona de la composición, en el signo de Aries, se sitúa el personaje masculino, que denominamos Moisés, en el pelo de la menina Isabel de Velasco, que, al igual que Jano, establecería, pues, el comienzo del año solar, como así quedó representado en alusión al Equinoccio de primavera.

Al dios Jano, en toda la cuenca del mediterráneo, se le dedicaba la celebración de los Solsticios y Equinoccios para venerar las puertas del Sol, un rito de iniciación que en 1589 explica Fray Iuan de Pineda, Religioſo de la orden del Seraphico padre Sant Franciſco de la obſeruancia:

Años antes, Giovanni Pico della Mirandola ya había escrito:

Cuando Velázquez finaliza el óleo de Las Meninas, humanamente hablando, no había peores días que recordar en el ánimo del monarca, pues, como sabemos ahora, se hizo tripas corazón en esta renombrada jornada velazqueña.

El 7 de octubre de 1646 escribía Felipe IV muy abatido a Sor María Jesús de Ágreda [21]:

El 9 de octubre se le administró los sacramentos al príncipe Baltasar, falleciendo aquella misma noche sin haber cumplido 17 años, y cuyo triste desenlace afectó gravemente a la herencia de la Corona española.

En la página 267, del Manuscrito nº 22.953 del British Museum, nos encontramos con una elegía en latín dedicada a Felipe IV de España a la muerte de su hijo el príncipe Baltasar Carlos fechada en 1646, y en los versículos 33 y 34 leemos el siguiente Cronograma:

• LVX NONA OCTOBRIS LVX DIRA EST: OCCVBAT HÆRES, SPES DECOR, HEVS ! SOLII BALTHASAR HESPERII.

L + V + X + C + I + L + V + X + D + I + C + C + V + D + C + V + L + I + I + L + I + I = 1646.

50 + 5 + 10 + 100 + 1 + 50 + 5 + 10 + 500 + 1 + 100 + 100 + 5 + 500 + 100 + 5 + 50 + 1 + 1 + 50 + 1 + 1 = 1646.

Es decir:

El noveno día de Octubre es un día terrible; el heredero muere. ¡Ay! Baltasar la vida y la gloria del trono occidental.

Dos años antes, el 6 de octubre de 1644, había muerto su primera esposa Isabel de Borbón durante su último parto; y, prematuramente, cuando el joven Felipe contaba seis años de edad también murió su madre de sobreparto, Margarita de Austria, el 3 de octubre de 1611 en El Escorial.

El espacio intocable

        Prestemos oídos, pues, a la opinión de Athanasius Kircher, sacerdote jesuita, políglota, erudito, estudioso orientalista y uno de los científicos más importantes del siglo XVII, sobre los contenidos simbólicos que se ocultan tras el Espejo de Las Meninas:

Espacio geométrico de Yesod IX   Nombre Divino   Shadai El Chai - El Dios Viviente Todopoderoso

Al tiempo, como eterno nómada, Velázquez lo asocia, pues, con la cadencia de lo cotidiano en la ruta celeste de arriba, que es puntual con los avisos de abajo, y los de abajo con los de arriba, a fin de rememorar la efeméride de cada jornada a lo ancho de la pared del fondo.

Y sumémosle lo que reseña Diego de Saavedra Fajardo en su empresa 94:

LIBRATA REFULGET - BRILLA EN EQUILIBRIO.

En Las Meninas la línea vertical que divide al espejo en dos mitades señala el 0º de Libra, donde se inicia el Equinoccio de Otoño.

EN 0º LIBRA   EQUINOCCIO DE OTOÑO

Y asombra, pues, que la imagen latente de los reyes reflejados en el espejo sugiera un mosaico simbólico de cuatro puntos de vista diferentes;

• el de Diego Velázquez,

• Athanasius Kircher,

• Diego de Saavedra Fajardo

• y lo que ya hemos glosado.

Según el pragmatismo de Peirce:

De acuerdo con el pragmatismo de Peirce, entendemos la utilidad de la Geometría del Árbol Sagrado asociada a la lectura de este lienzo en estos términos:

Observemos, pues, el espacio del Espejo que también le incumben dos letras hebreas:

La primera y última LETRA de la palabra ISRAEL.

El matrimonio, en 1225, entre el emperador Federico II y Yolanda, heredera al trono del reino de Jerusalén, hizo posible que este título pasara a la monarquía hispánica en 1258 a través de Pedro de Aragón.

El emperador Federico II de Alemania, 1212-1250, llamado Federico I como rey de Sicilia, hijo de Enrique VI de Alemania y Constanza de Nápoles, se casó por mediación del Papa Honorio III con Yolanda, hija de Juan I de Brienne, 1148-1237, y de la reina de Jerusalén, María de Montferrato, y por tanto heredera del primer Reino Latino de Oriente, 1099-1187.

En 1225 Federico II se hizo coronar rey de Jerusalén, título que pasó a través de su hijo Conrado IV a Conradino y, tras la muerte de éste en 1258 a Constanza, la mujer de Pedro III de Aragón, a partir de entonces todos los monarcas de la península Ibérica fueron reyes de Jerusalén, y, por supuesto, también de Israel.

Las doce letras simples, asignadas a cada doceava parte del ancho de la pared del fondo, pueden combinarse de 66 maneras posibles, surgiendo de esta combinación, pues, 66 palabras o abreviaturas de distinto significado.

Estas 66 combinaciones componen un Tetraktys pitagórico de once niveles de altura.

Y como testigos de Egipto, en el pináculo de esta pirámide se sitúa la combinación de las letras הק, que corresponden a la abreviatura del nombre del Santo, הַקָּדוֹשׁ, Ha Kodesh, la divinidad que preside la Kabala.

Por eso se dice:

El Santo, bendito sea.

En el ancho de luces del espejo, que enmarca el reflejo de los monarcas, se sitúan las letras; Yod y Lamed, que forman la palabra yale, יל, que en el idioma hebreo significa; una cerradura que sólo se ajusta a una llave.

Es, por tanto, en el Espejo donde Diego Velázquez blinda lo más valioso en la Sefira nº 9, y, paralelamente, rinde pleitesía al rey a través del palíndromo de su nombre transliterado en hebreo.

Un palíndromo, del griego παλινδρόμο, que se traduce como recorre a la inversa, es una palabra o frase que se lee igual en un sentido que en otro.

La sabiduría transmitida por los sabios de la mishna, o compilación de la tradición oral, hasta el tanaita Rabí Shimon Bar Yojai en el siglo II de la era cristiana, fue vertida en el Zohar o Libro del Esplendor [22].

Y como está escrito en el Zohar, parte I, fol. 3a:

Un designio pensado desde el mismo día en el que Felipe IV fue bautizado, en definitiva, un rey consagrado por las letras hebreas.

Y de la décima letra Yod, י, que también fue eliminada de la creación del mundo por el Maestro del Todo, se dice en el Zohar, parte I, fol. 3a:

La Yod es la primera letra de la palabra Jehovah, es decir; la inicial del Tetragrama YHVH.

Estas dos letras retratan ideas muy poco comunes:

• Para la letra Lamed estar incluida en la palabra Rey, y, además, ser la última letra de la Torah.

• Y para la letra Yod ser el primer sonido o morfema de lo que llamaríamos la palabra Dios, y ser el punto de partida de toda Su voluntad.

Personaje	Letra hebrea	Caligrafía	Característica	Signo del Zodiaco	Casa Astrológica
El rey Felipe IV	Yod		Acción	Virgo	Casa VI - Valetudo - La Salud
La reina Mariana de Austria	Lamed		Sexualidad	Libra	Casa VII - Uxor Nuptiate - El Matrimonio

Veamos un ejemplo:

Felipe IV no reconoció a nadie superior en lo temporal en el otorgamiento de hidalguía al pintor, ya que, como paladín del reino, tenía potestad de gobernar hasta el límite del punto de partida de toda voluntad divina:

El rey Felipe IV quedó representado, pues, en el signo de Virgo, donde en 1656, precisamente, ocurrieron en esta misma constelación dos eventos astronómicos singulares dignos de ser tenidos muy en cuenta:

• La conjunción magna pronosticada por Jerónimo de Barrionuevo veintiún días antes del séptimo aniversario de las segundas nupcias del rey el 7 de Octubre de 1656.

• Y el Martes tres de Octubre de 1656 a las 4:52 a. m. mirando hacia el Este, y debajo del horizonte, en la constelación de Virgo, aconteció el hecho astronómico de la conjunción de los planetas regentes del rey y la reina, Marte y Saturno, respectivamente, en una noche de Luna llena.

Hablamos, pues, del espacio pictórico del rey, y, además, de una cercana Edad de Oro en la que Virgilio, en la célebre Égloga IV de sus Bucólicas, canta el regreso de la Virgen Astrea:

En Madrid, el 20 de Enero de 1640, Don José Pellicer de Ossau y Tovar; caballero de la orden de Santiago, cronista mayor de España y del Consejo de su Majestad, escribe en el prólogo de su libro La Astrea Safica [24]:

Hasta el final de la antigua Edad de Oro la titánide Astrea, hija de Zeus y Temis, permaneció entre los hombres, pero incapaz de convivir con unos seres ya entregados al vicio y la violencia, fue la última de los inmortales en abandonar la tierra.

Zeus situó a Astrea en el cielo entre las estrellas como la constelación Virgo, y la balanza de la Justicia que portaba en su mano se convirtió en la cercana constelación Libra.

En este sentido, el mito de Astrea asociado a Felipe IV no sólo es una buena muestra de argucia barroca, sino que Velázquez, además, consagraba, en el apropiado lugar de Las Meninas, la imagen de los soberanos como adalides de la esencia de la Monarquía.

Es sabido que a lo largo de la historia el estudio y práctica astrológica ha tratado de dar respuesta a todo tipo de pregunta, y que la Inquisición, en su Regla IX, prohibía todo trato con la Astrología; un tema polémico que Velázquez suscita al organizar a los integrantes y conceptos que se pintan ante la pared del fondo de Las Meninas en doce espacios iguales.

Y más allá de esta circunstancia astrológica y cabalística, el Espejo ocupa un lugar relevante en el diagrama del Árbol Sagrado de la Vida, donde se escenifica el Fundamento en la Sefira nº 9, Yesod.

El continente letrístico del Espejo

La viabilidad de las esferas cabalísticas condicionó la composición del escenario de Las Meninas desde el principio, ya que fueron urdidas para dar significado a zonas muy concretas, como trata la posición centrada de los monarcas ante la pared del fondo, donde aparecen reflejados en el espejo simbolizando, además, sus sendas características exclusivas que Athanasius Kircher, en 1653, ya había descrito [26].

Para el rey:

Y para la reina:

Según Abraham Ibn Ezra, nacido en Tudela hacia 1089 y fallecido en 1167, en su Libro de los fundamentos astrológicos, cap. IV, trad. J. Halbronn, el planeta Saturno tiene bajo su dominio:

(...) a los judíos por el signo de Acuario (...) [27].

Como hemos ya señalado, la reina Mariana de Austria nació bajo el signo del Zodiaco Capricornio, cuyo planeta regente es Saturno, y, no obstante, en esta pintura Diego Velázquez se autorretrata en la posición del signo de Acuario, cuyo planeta regente también es Saturno.

En el ciclo de los siete días de la semana, el Sábado corresponde al planeta Saturno, y ya sabemos, por otro lado, la importancia de este día para la comunidad hebrea.

Sábado se dice Shabbath, y Saturno Shabbatai.

Las letras Yod y Lamed representan una exclusividad, al menos, en seis frentes:

• En el alefato hebreo estas dos letras simples se sitúan en su centro.

• En el plano simbólico y geométrico de Las Meninas incumben a la anchura del Espejo.

• La correspondencia estelar según el libro del Sefer Yetzirah.

• La trascendencia futura de estas dos letras según el Zohar.

• La analogía al estar incluidas en la palabra mi rey.

• Y la resonancia de ser la primera y última letra de la palabra Israel.

La Monarquía solar

        Dado que el tema que tratamos sugiere una realidad sin precedentes, recordaríamos, pues, que era la monarquía de los Austrias, a parte de la iglesia católica romana, quien velaba el destino espiritual de los españoles a través de la Inquisición; pero en este caso, y sin menoscabo, reivindicaba su propio convencimiento.

Hablamos, pues, de una monarquía mesiánica evocada en la misma Biblia que custodiaba su herencia legítima, y cuya antigüedad se verifica escrita en alfabeto fenicio en La Estela de Tel Dan excavada por Abraham Biran en 1994.

Casa de David   Y en la línea inmediatamente superior:   Rey de Israel

La Estela de Tel Dan - Museo de Israel - Jerusalén   Tel Dan - תל דן - Tel el Qadi - تل القاضي - Monte del Juez   Siglo IX a. C.

Todos los monarcas de la cristiandad han tomado como modelo a la figura del rey judío ungido para representar en la tierra a la divinidad, y esta tradición no acaba aquí, y tampoco es un mero simbolismo, ya que, después de la destrucción de Babilonia, los príncipes de la Casa del rey David, בית דוד המלך, no sólo fueron los jefes de la comunidad hebrea exiliada en Bagdad, sino que también participaron en la política de este califato árabe.

En definitiva; fue la conservación del linaje teocrático davídico el ideal de estado que se perpetuó en las monarquías cristianas europeas.